miércoles, 14 de julio de 2010

El debate dentro de la Fed: ¿Qué hacer si la economía se enfría o surge la deflación?

Los funcionarios de la Reserva Federal de Estados Unidos discrepan cada vez más sobre las medidas que debería adoptar el banco central si la economía se enfría de nuevo o si la inflación actual, que ya está en niveles mínimos, se convierte en deflación.

La Fed aún espera que la economía siga creciendo, pero un pronóstico actualizado que planea publicar hoy junto con las minutas de la reunión que celebró a finales de junio podría mostrar una revisión a la baja de sus expectativas para el segundo semestre, algo que ya han hecho analistas del sector privado.

Los funcionarios de la Reserva Federal no se ponen de acuerdo sobre el riesgo que representa la deflación. Algunos la ven como una amenaza; otros le restan importancia al considerarla muy improbable. Por ahora, la Fed —y en particular su presidente, Ben Bernanke, quien tiene la última palabra— parece estar en compás de espera, siempre y cuando se mantenga la recuperación. Su equipo también se muestra dividido sobre cómo debería actuar la entidad para impulsar el crecimiento económico si se estanca la recuperación. Muchos piensan que las opciones no son muy atractivas.

Algunos son reacios a reanudar las compras de bonos del Tesoro estadounidense o valores respaldados por hipotecas, la medida más enérgica que podría adoptar el banco central.

La Fed estima que la compra de US$1,25 billones (millones de millones) en bonos en 2009 y principios de 2010 hizo caer las tasas de interés a largo plazo en aproximadamente medio punto porcentual. Pero dentro del banco también hay quienes consideran que el impacto no fue tan fuerte y creen que una nueva ronda de compras podría tener un efecto incluso menor ahora que los mercados han recuperado algo de estabilidad. La reanudación de las compras también supondría que la Fed tendría una cartera mayor que reducir si se diera el caso, y podría tener un efecto adverso si impulsara considerablemente las expectivas futuras de inflación.

"Estamos lejos de tener que pensar en comenzar a comprar activos", dijo Jeffrey Lacker, presidente de la Fed de Richmond, en Virginia. "La recuperación llevará tiempo. Tenemos que ser pacientes y gestionarla correctamente. No creo que haya llegado el momento de volver a cambiar de marcha".

Otros —entre ellos el presidente de la Reserva Federal de Boston, Eric Rosengren, y su contraparte de Nueva York, Bill Dudley— consideran que hay que mantener la opción de reactivar las compras, especialmente si los temores a la deflación se hacen realidad.

La inflación, excluyendo los volátiles sectores de alimentos y energía, se encuentra actualmente cerca de 1%, por debajo del objetivo informal de la Fed de 1,5% a 2%.

La reunión de junio de la Fed fue un momento crucial para el banco central. Durante los cuatro primeros meses del año, los funcionarios hablaron principalmente sobre cómo relajar las extraordinarias medidas de apoyo de la Fed a la economía durante la recesión. Pero en junio comenzaron a considerar lo que podrían hacer si empeoraba el panorama económico. Varios factores lo hacen dudar, incluyendo los problemas fiscales europeos y la creciente presión a la que están sometidos los estados y municipios estadounidenses.

"Es momento de ser pacientes con las políticas y de ver cómo evoluciona la economía", dijo Dennis Lockhart, presidente de la Fed de Atlanta. "Este breve período vacilante en el que nos encontramos simplemente nos recuerda que las economías pueden ir en dos direcciones y que deberíamos considerar lo que haríamos ante diferentes supuestos".

Los analistas del sector privado consideran que la Fed no debería actuar, según una nueva encuesta de The Wall Street Journal, en la cual tan sólo ocho de 53 expertos dijeron que el banco central debería intervenir más ahora para impulsar el crecimiento.

El debate sobre si adoptar más medidas para ayudar a la economía estará en primer plano en los próximos días. El jueves, una comisión del Senado mantendrá una audiencia con los nominados por el presidente Barack Obama a la junta directiva de la Fed. Y la próxima semana, tendrá lugar la comparecencia semianual de Bernanke ante el Congreso sobre el estado de la economía.

En comentarios públicos, Bernanke ha tratado de minimizar la probabilidad de que se vea un resurgimiento de la recesión. Sin embargo, mantiene sus opciones abiertas. Tal como señaló Bernanke en un discurso de 2002, la Fed tiene el poder de luchar contra la deflación con la impresión de dinero. Pero las herramientas del banco no parecen demasiado útiles para reducir el desempleo, influenciado por factores que van desde la política fiscal a la demanda global.

 

pain patch