domingo, 16 de agosto de 2009

No Aprendemos la lección

El mundo pasa (ya pasó para los optimistas) por una crisis del calibre de la Gran Depresión. Fuerte baja del PBI mundial, escasez de comercio internacional, debilitamiento de la demanda, y por lo tanto de los precios, de materias primas, riesgo de deflación. Allá por los años 30’, el curso a seguir fue claro: El mercado es perfecto y se corrige por si mismo: Ortodoxia pura. La historia demostró que esa no era la solución mas adecuada. Aumentó la pobreza y abundaron las medidas proteccionistas.
Actualmente, parece que se ha aprendido la lección. Con una fuerte política expansiva, una intervención estatal de billones de dólares y acuerdos para evitar el aislamiento de las economías se ha logrado apaciguar los efectos de la crisis. Quedan muchas dudas por delante. El riesgo de inflación en los próximos años (que según los datos del Viernes aún no aparece, sino todo lo contrario) y los altísimos déficit fiscales de las grandes potencias son sólo algunas de ellas. Pero lo importante es que se analizó el antecedente y se aplicó una solución distinta, en principio mas apropiada.

Argentina, por el contrario, tiene una historia de ciclos económicos que parece no tener final. El aumento indiscriminado del gasto público y la falta de financiamiento en los mercados llevan a la necesidad de licuar deudas. Como? Con devaluación e inflación. Esto es el fruto de políticas populistas y de corto plazo y es la solución que se viene aplicando por décadas. Nadie parece tener la voluntad de cambiar las cosas, y menos este gobierno. Esto no quiere decir que la política monetaria actual no sea acertada, pero tengamos algo claro: el dólar se esta debilitando en todo el mundo menos en Argentina. Basta mirar nuestro vecino Brasil, con un real cada vez mas fuerte.
¿Cómo sigue esto? Esta claro que el gasto no se puede bajar mucho una vez que alcanzó ciertos niveles. Solo se puede intentar mantenerlo y aumentar la recaudación (si, con algo de inflación y devaluación también, aunque siempre controladas) ya que el mercado tiene un nivel de saturación al riesgo soberano de países como el nuestro, mas aún si seguimos en default con gran parte de nuestros acreedores. ¿Cuál es el problema mas urgente de la Argentina hoy en día? Claramente, el Financiero. La pobreza es mas importante, pero el financiero es mas urgente. ¿Cómo se podría solucionar?

1) Moderando (o congelando) el gasto público,
2) Manteniendo el superávit gemelo (comercial y fiscal),
3) Recuperando el acceso al mercado internacional de financiamiento.

Moderar el gasto no parece ser una opción. El mejor ejemplo son los nuevos “subsidios” al futbol. Otros son la política de precios congelados de los servicios públicos y los planes sociales que nunca terminan funcionando.
El superávit depende hoy en día de dos variables: el precio de la soja y las restricciones a las importaciones. Afortunadamente, es probable que los commodities mantengan sus precios (salvo una debacle internacional). Por otro lado, sin importaciones a mediano plazo se para la economía.
¿Cómo logramos el tercer punto (tal vez el más importante)? Canjeando parte de la deuda ajustable por CER (en camino), arreglando con los holdouts, arreglando con el Club de Paris, y normalizando el Indec.
Hoy, el cumplimiento de estas medidas es poco probable por lo que la conclusión es que no aprendimos la lección de crisis anteriores. El mercado tuvo esta sensación la última semana y la deuda argentina se derrumbó más de un 3% en promedio. Esperemos que tanto el que escribe como los inversores estén equivocados y que el remedio para nuestra enfermedad, que no es la misma que la que hay en el mundo, sea esta vez el adecuado.

1 comentario:

Rofo dijo...
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